Las mesas no eran las más profesionales. La red muchas veces era un listón de madera que encontraban por ahí. Pero el espíritu y técnica fue creciendo a tal punto que no había en el colegio competidores que pudieran hacer el peso a estos próceres del ping pong.

El primer campeonato surgió desde los mismos deportistas. Se inscribieron en instancias comunales y rápidamente llegaron a finales de la región.
El presente es muy distinto. Educación Media confió en las capacidades de estos autodidactas y ayudó en el viaje para competir en el “Campeonato Interescolar de Tenis de Mesa” organizado en dependencias del DUOC sede Padre Alonso Ovalle. Así, muy temprano por la mañana, estos avezados exponentes viajaron a la Capital y dejaron muy alto el nombre del Diego.

La gracia de estos logros radica en que nosotros ni siquiera tenemos un taller dedicado a la práctica de este deporte. No hay profesores que hayan planificado clases, ni dependencias con requisitos mínimos.

¡Qué gran ejemplo nos dan estos jóvenes! CUANTO MÁS CUESTA EL CAMINO, EL LOGRO SE DISFRUTA MÁS.