Para ello, los niños se reunieron a las 08.30 hrs. en las dependencias de nuestro establecimiento para comenzar su aventura deportiva. Los pequeños deportistas se movilizaron en la “van” del colegio, mientras que un grupo de padres, apoderados y familiares los acompañaron en sus vehículos o en el metro (en especie de caravana) y llegando a su destino sin inconvenientes.

Mini-Basquetbol

La gracia de hacer estos encuentros deportivos es acercar a los niños a lo que es el básquetbol, pero adecuan a su edad biológica, es por esto que tiene adaptaciones como por ejemplo el aro de básquetbol está a una altura de 2,60 mts (altura aro adulto 3,05 mts), balón tamaño N°5 (adultos ocupan N°7), 4 periodos de tiempos de 8 minutos (adultos 4 periodos de 10 minutos) y tamaño de la cancha reducido. Una de las grandes características de estos encuentros es que se juega sin un marcador o puntaje, es que sea una fiesta, que el niño pueda disfrutar de este deporte, fomentar el juego, su participación, y desarrollarse con sus pares y demás

Comenzaron los partidos

La idea de este encuentro deportivo, era aprovechar el día y también el viaje, es por esto que se juntan tres equipos de básquetbol: Colegio Inmaculada de Lourdes Viña del Mar, Club Libertad 50 y DEC.

Nuestros pequeños gigantes, disputaron tres partidos de básquetbol, el primero contra el Colegio I. de Lourdes (varones), el segundo contra el Club Libertad 50 (mixto, damas y varones) y un último partido siendo un combinado de jugadores/as de los equipo ya mencionados. Durante cada encuentro, nuestros pequeños demostraron una gran pasión por este juego, sin importar quien estuviera al frente (si un varón o una dama) o la alta temperatura que había, a su vez, se veía en su carita esa alegría por jugar y unas ganas inmensas por estar dentro de la cancha (en el momento que debíamos descansar; esperando el siguiente partido, ellos seguían jugando por algún rincón del colegio). Quizás el calor o el jugar tres partidos los desgato físicamente, pero ellos con su ánimo y actitud querían más, de hecho cuando ya los demás equipos se iban ellos siguieron jugando basquetbol en la cancha (entre ellos) y hasta surgió la idea de pasar a nuestro colegio para jugar un ratito más.


Con el pecho infladísimo

Si bien los niños eran los que estaban en la cancha, otro partido se disputaba en la galería, y eran los papas, apoderados y familiares viendo a sus pequeños jugando. La alegría por verlos jugar, la emoción por celebrar un punto, la preocupación por que nos iban a hacer un punto y miles de sensaciones y emociones estaban presentes entre todos.

“Pasan los días y aun con la adrenalina que nos dejaron estos pequeños deportistas, fue una linda experiencia al ver estos niños jugar con tantas ganas y en equipo, al no cansarse siendo que jugaron tres partidos; ellos siempre querían más. Me di cuenta que cada uno le ponía sus ganas al salir a jugar con todo, aquí no se vio el cansancio ni el mama me quiero, solo escuchar, tío ¿Cuándo nos toca?, tío ¿Cuánto falta?, mentalizados en el partido, son unos pequeños gigantes. Sigan asi y van a llegar muy lejos, fue un excelente día para mí y yo creo que para todos los papas al ver a sus hijos tan pequeños pero con unas enormes ganas de jugar y disfrutar los partidos” María José Álvarez, mamá de Franco Azocar (1ro Básico A)
“Nuestros niños se lucieron en este encuentro, pusieron todo cariño por lo que hacen. Dar las gracias a todos los papitos que apoyamos ese día a nuestros niños (que a pesar de ser un día feriado). Para nosotros (los papas) era una gran expectativa la que llevábamos, ya que ellos se enfrentarían con un equipo mixto, pero a pesar de todo pusieron lo mejor de ellos.

Lo más lindo fue ver sus caritas de felicidad al recibir ese lindo reconocimiento que les entregaron por participar, que para ellos es su primera copa y gran premio a seguir apoyando a nuestros peque en el deporte” Gabriela Olguín Vidal, Mamá de Tomas Bacian (2° Básico A) “No se cómo explicar toda la emoción que sentí al ver jugar a todos los niños y en especial al mío, ver todo el avance que han tenido, la disciplina, el compañerismo que tienen entre ellos, esa especial confianza que tienen antes, durante y al termino del partido; lo mejor que han superado el temor al balón que es lo principal en este juego y lo otro es la comunicación que tienen los niños en el momento de jugar. Devuelta del partido veníamos con una alegría y satisfacción inexplicable y un orgullo gigante, se agradece a todos las personas que hacen posible esto, por dar este piso para el deporte, también todos los sacrificios que hacen los niños al quedarse después de la hora de clases, tienen sus logros y un pago que es ver feliz a los niños” Nicole Aguilera, mamá de Benjamín Vargas (3ro Básico A)